Con un Tattoo de Hypoxic en el corazón. Por Julia Villalta

Julia Villalta

Mi historia en el deporte de endurance inició en el año 2000 cuando corrí mi primera Maratón en Chicago, en ese tiempo con el grupo de Spa Corobicí, luego  formamos un grupito que nos llamábamos Los Cachiflines, pero siempre con el grupo del Corobici.  Los entrenamientos eran a morir, fondos de hasta 32 kilómetros 30, 22 y 15 días antes de la maratón, mal alimentados, no sabíamos que era hidratarse  y las lesiones eran parte del diario vivir.

En Noviembre del 2004, tomándonos un café en La Little Italy después de la maratón de New York, uno de los compañeros, Marvin Aguilar, nos contó que su primo acababa de llegar de Australia que tenía una maestría en fisiología del deporte y quería formar un grupo de entrenamiento.  Cuando llegamos a Costa Rica, coordinamos una reunión y ese día conocimos a Roberto Solano.

Roberto nos dio una charla donde nos cuestionó todos nuestros paradigmas, cómo después de haber pasado 4 años haciendo las cosas con la vieja escuela de entrenamiento, pasar a la teoría moderna con menos volumen,  era como estar de vacaciones.  Los otros grupos se burlaban de nosotros al vernos haciendo los ejercicios de técnica, corriendo los fondos en la sabana, nadando o andando en bicicleta, etc.  Sin embargo, las lesiones disminuyeron, por no decir que desaparecieron, la calidad de vida mejoró (ya no me dormía en el trabajo, ni gastaba fortunas en fisioterapeutas) y los resultados se empezaron a ver y de repente los otros entrenadores comenzaron a copiar el estilo.

En el año 2006 con 4 meses de entrenamiento y solo un tri de práctica hice mi primer Medio Ironman en Florida.  Roberto nos enviaba los planes de entrenamiento desde Qatar y nuestra comunicación era por correo. Pero el experimento funcionó y  la experiencia tuvo Exito!!!

 Después de 9 años, tengo guardados en mi libro de recuerdos 10 maratones, 8 medios Ironman y un Ironman.  Todo el cariño y agradecimiento del mundo para Roberto, el grupo de entrenadores de Hypoxic y su equipo de apoyo.  Debo reconocer que tengo un Tattoo de Hypoxic en el corazón.  Mis electrocardiogramas dicen HYPOXIC!!!!

El deporte se ha convertido en mi estilo de vida.  Por supuesto con el apoyo de mi familia, y creando un balance entre mi vida familiar, laboral y los entrenamientos. Salir a entrenar es la vitamina que me tomo todos los días, mis compañeros de entrenamiento son parte de mi familia y los que me hacen reír día a día en los entrenamientos o con las tonteras que ponen en los chats.  La verdad TODOS ESTAMOS UN POCO LOCOS!!!.  Pero esto es parte de la diversión y de sentirnos todavía un poco niños.

 Para los que están iniciando, esta es una experiencia única que vale la pena vivir.  Hemos sido bendecidos con el don de la salud y eso no tiene precio. Tanto cariño, compañerismo, y buenas vibras durante las competencias nos hacen sentirnos que somos parte de una gran familia.

Me despido con un mensaje: ¨La vida no tiene que ser perfecta, tiene que ser maravillosa¨

Julia Villalta.

1062263_4868764560311_192390164_n

Los comentarios están cerrados.