Lo que pasa en Las Vegas, queda en Las Vegas. Por Sebastián González

Sebastián Vegas
http://www.runningcr.net/2015/11/lo-que-pasa-en-las-vegas-queda-en-las.html?spref=fb
Siempre correr ha sido una de mis pasiones, lo considero un acto de superarse día con día, de encontrar paz en el esfuerzo y competir contra uno mismo. Desde hace dos maratones he intentado buscar la marca para clasificar a Boston y no lo he logrado, así que me inscribí en el Rock & Roll Las Vegas Marathon para volverlo a intentar.

Las Vegas ????  Quizá piense en  Casinos, en bailarinas y gángsteres bebiendo Martinis. O quizá piense en solteras y grupos de amigos que andan de juerga, y esperan que lo que hagan no termine publicado en Facebook. Sin embargo una vez al año, Las Vegas celebra el deporte a través de la maratón Rock & Roll. Este día la organización cierra el Strip para dárselo a miles de corredores que disfrutarán un viaje de 42 kilómetros a través de las calles y avenidas de  "La ciudad del pecado".

Durante tres meses y medio estuve entrenando para lograr la meta de bajar de 3 horas en esta maratón. Lo más difícil del entrenamiento es comenzar con el plan, una vez que se está haciendo en forma regular, lo más difícil es detenerse. Semanas demandantes, sábados con fondo y los miércoles muy entretenidos en pista con mis amigos y compañeros de entrenamiento de Hypoxic Costa Rica. Según mis pronósticos, correría a una temperatura entre 19 y 12 grados, estaba seguro de poder lograr un pace de 4:10/km para terminar la maratón en 2:55:00.

Ya en Las Vegas, visité la feria de la maratón,  o como la llamaría un corredor, "El parque de diversiones" , geles con nuevos sabores, camisas, pantalonetas, tennis, relojes con la última tecnología, todo lo que se puedan imaginar lo pueden encontrar aquí.

El domingo, día de la maratón, revisé de nuevo el tiempo, e indicaba fuertes vientos y 30% probabilidad de lluvia. pensé: "Todavía es una probablidad baja, es muy difícil que llueva en un desierto, así que tranquilo, seguimos con el plan original". Seguí con la preparación pre-carrera : Geles -Listos , Pastillas de Sal - Listas , Reloj - Listo , Dorsal - Listo , ahora la mejor parte,  a correr.

Faltaba una hora para que saliera la maratón y se empezaba a sentir un frío desagradable. A los lejos se divisaba el concierto con Kid Rock, parecía que se quería caer del escenario con el viento, sin mucha audiencia. Algo predecible, no encuentro el sentido de gastar energías en un concierto de Rock, cuando al poco tiempo se correrán 42 kilómetros.

4:20pm. Faltaban 10 minutos para que empezara la carrera, y en el corral 1 me encontré a un grupo de ticos que también correrían la maratón. Nada como sentirse en casa jeje, estuve conversando y un tico me comentó que esta era su primera maratón, que le diera un consejo, me quedé pensando en decirle "Prepárese para sufrir" pero no sería muy alentador, así que mejor le dije " El cronómetro existe pero el reto de verdad es terminar, así que luche hasta el final " y de repente a las 4:30pm en punto se da la salida, la adrenalina empieza a fluir por el cuerpo, nos despedimos e inició una nueva aventura de 42km.
5:11. Pasé los primeros 10 kilómetros con un tiempo de 41:54, para este momento estaba lloviendo y  el viento se volvió  el adversario más fuerte, era una lucha sin tregua tratar de avanzar al pace establecido.5:58. Pasé la media maratón con un tiempo de 1:28:12, 42 segundos atrás de lo planeado. Empecé a adelantar a una gran cantidad de personas caminando y tenían una cara de sufrimiento sin precedentes. El frío se volvió gélido, se me estaban congelando las manos, dejó de llover, pero el daño estaba hecho, llevaba la camisa mojada a una temperatura de 8 grados.  Cada ráfaga de viento hacía sentir punzadas en cada centímetro del cuerpo y la camisa mojada solo acentuaba mas el sufrimiento.6:35. Acababa de pasar la marca de los 30 kilómetros en 2:05:02, recuperé los 42 segundos que llevaba de atraso, iba solo, la persona adelante mío se veía muy lejana y el recorrido se volvió un poco aburrido. Empezó la lucha mental para mantener el pace de 4:10, estaba realizando un esfuerzo extra por las condiciones tan adversas que se presentaban. Las manos ya las tenía congeladas, y el frío aumentaba cada minuto. Me puse a pensar en el consejo que le omití al tico al inicio de la carrera, y creo que ese consejo sería para mí. "Prepárese para sufrir".

6:57. Pasé el kilómetro 35 en 2:27:30, había corrido estos últimos 5km en 4:24/km. La cara de sufrimiento que vi en tanta gente, ahora yo la tenía. Ese sentimiento de ir perdiendo fuerzas minuto a minuto, la mente indica una cosa, pero el cuerpo no responde. Intento sacar 1 gel , pero no siento las  manos, se me hace imposible. En este momento solo pensé que tenía que llegar, fueron muchos los entrenamientos como para detenerme o caminar, el cuerpo ya estaba débil, pero todavía podía bajar de las 3 horas, que sería suficiente para obtener la clasificación.


7:23. Kilómetro 40, el viento era incesante, dar cada zancada se convertía en una verdadera lucha de poder entre el cuerpo que decía ya no mas, y la mente que indicaba lo contrario. Faltaban 2 kilómetros y llevaba un tiempo de 2:53:13, intentaba moverme, pero el viento no me dejaba avanzar. Las ráfagas de viento literalmente me hacían retroceder, los vasos con agua de las mesas volaban por doquier, me detuve por un momento y supe que no lo iba a lograr, "la suerte está echada". Ahora solo quería llegar y acabar con esto, pensé en retirarme, pero no lo podía hacer, fueron muchos kilómetros recorridos como para estar tan cerca de la meta y no llegar.

7:35:12. Al fin llegué a la meta, 3:05:12, hice los últimos 2 kilómetros en 12 minutos, estaba muy desanimado,  me dan la medalla, se me salieron las lágrimas y empecé a llorar. Pensé que era un milagro el haber llegado, sin embargo, ya después pensé que el  milagro no es que haya finalizado, el milagro es que haya tenido el coraje de comenzar.
Siempre por nuestra mente pasa la idea de detenerse y tomar el camino fácil, pero esta no es una opción, porque al final la recompensa es mucho mayor.  La satisfacción que deja llegar a la meta no tiene descripción, y es este sentimiento el que nos hace seguir levantándonos todas las mañanas para ir a entrenar. Al final no clasifiqué a Boston, sin embargo, quedé en el puesto 22 de la maratón, y fui el primer latinoamericano. Todos los que corrimos esta maratón, sufrimos, y esto hace que la satisfacción sea más grande, nunca las grandes cosas se han logrado por el camino sencillo.
Es hora de archivar esta última maratón y pensar en la siguiente, porque en algún momento llegará esa clasificación a Boston.
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Sebastián González

Maratonista

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